domingo, 13 de marzo de 2011

BrotMadrid, un colegio para todos


Si éste niño no aprende de la manera en que le enseñamos, ¿podemos enseñarle como él aprende [...]? Chasty, 1997
¡POR FIN! 

La Fundación Aprender abrirá colegio. 


Colegio BrotMadrid
un colegio para todos


¿Recuerdas aquel sueño del que hablaba al principio de mi blog?  Pues,... ¡por fin! ¡lo hemos conseguido!


Oleremos las virutas de lapiceros recien afilados. Ya veo a los niños chillando en el patio, a otros corriendo por los pasillos, algunos sentados en sus sillas dejando pasar el tiempo y sobre todo, y lo más importante,  todos FELICES.


"¡POR FIN SE ACABARON MIS PESADILLAS!"  Eso dijo Fernando cuando supo que el curso 2011-2012 abrirá BrotMadrid.


Hay muchos FERNANDOS al otro lado, muchos padres, madres, hermanos, tíos, abuelos, amigos, que esperaban este momento. Algunos no están con nosotros, pero nos acompañarán siempre. Muchos niños y familias que hoy no saben que algún día necesitaran ir a un colegio como éste, donde el respeto a la persona es lo más importante.


Han quedado muchas lágrimas en el camino, pero dejarán de verterse muchas otras, y como por arte de magia, éstas se han convertido en risas.


Ahora es tiempo de FELICIDAD.

domingo, 6 de febrero de 2011

CARTA DE EVA

Hola. Me siento muy identificada con Nathalia. 
Soy madre de tres niños y además, también soy maestra de infantil. 


Mi particular lucha, comenzó cuando mi hijo tenía 3 años. Cambio de la escuela infantil (guardería), a colegio. Empezamos llenos de ilusión esta nueva etapa, cuando un día, no pasado mucho tiempo de empezar el primer trimestre, la tutora de mi hijo me llama para comentar unas cosillas. Comienza comentándome que mi hijo (que en aquel momento era el pequeño), es un niño que no respeta las normas, que se salta los límites y que es un vago. Este relato con tan solo 3 años. Que además, ella pensaba que al ser hermano de quien era, un niño modelico y recibiendo la misma educación de los mismos padres era de "aquella manera". Nosotros tampoco lo entendíamos. 

Pasaron los cursos y la constante etiqueta, Pablo es un vago. Ya en el último curso de infantil, tenemos una tutoría con la profesora y, le contamos nuestro miedo al cambio que va a ocurrir en breve y que es inminente, el cambio a Primaria, que no le vemos preparado para ese cambio a lo que ella nos contesta que va a ir con los mínimos adquiridos y, que a ella le preocupa su forma de escribir, pero no porque ella viese alguna dificultad sino que tenía una letra horrible y era el que peor escribía. 

En mi mente y en la de su padre, corría la idea de llevarle a que le hiciesen una valoración, pero como los comentarios eran por días, pensábamos que seguramente y, debido al carácter nervioso e impulsivo de nuestro hijo, la profesora estaría algo nerviosa con él. De repente, un día y sin venir a cuento (a un mes de terminar las clases), muy enfadada me comenta que mi hijo va pez, que Dios mío, dos horas para hacer un ejercicio de matemáticas, y que teníamos que hablar seríamente con él. Esa misma tarde, hablé  con él. Entre lágrimas él me dijo lo siguiente: "mamá es que mi cerebro va lento, no sé hacer bien las cosas". De repente me invandió tal impotencia y tal rabia, que fuí a hablar con el responsable del ciclo. La persona en cuestión se interesó bastante, sobre todo por el comentario que hizo el niño con tan solo cinco años de edad, pero ahí se quedó. A continuación el siguiente paso fue ir a que le evaluasen. En aquel momento y con esta ayuda, nos sentimos mejor y aunque era muy pequeño para hacer un diagnóstico si que nos dieron unas pautas y a los profesores también y, nos dijeron que tenía que acudir a un psicologo y a un logopeda. Problema, además del económico, que muchas personas no tenemos a estos profesionales cerca del hogar y en los centros escolares, con un informe psicopedagógico en la mano, los profesionales del centro, lo desmerecen y hay que esperar. 

Mi hijo este año está cursando primero de primaria y, aunque va contento al colegio (cosa que nunca ha echo desde los tres años), estamos observando problemas en la lectura (que ya los tenía) y en la escritura, de vez en cuando invierte, siempre omite algún fonema e incluso sílaba, en una frase, no quiere escribir, el cuando juega a los profesores, hace garabatos y verbaliza que escribe en chino, y comienza a decir lo que el año pasado: que no sabe escribir bien, que es el último de su clase en hacer las cosas, que todo lo hace fatal... 

Comprendo a esta madre, cuando dice que ha llorado, yo también tanto que casi que no me quedan lágrimas. Yo estoy como ella, esperando y buscando un diagnóstico, una etiqueta, que a nadie le gusta que le pongan, pero entre ser una persona que tiene una dificultad a la hora de ..., a ser un vago, dista mucho una de otra, prefiero, tener un  niño con esa dificultad. 

Mi apoyo a todos los profesionales que ayudan y se interesan por todos sus alumnos, tanto si tienen dificultades como si no y, a todos los padres, que buscamos y luchamos por saber qué les está pasando a nuestros hijos, porque lo que no acepto es que el diagnóstico de una maestra de infantil sea el siguiente: "tu hijo es un niño que no le gusta el cole, academicamente va a ser un niño que siempre va a estar por debajo de los demás, porque no se quiere esforzar y hay que ser realista, no va a ser un niño con estudios, tienes que aceptarlo tal y como es". 

Yo acepto a mi hijo con sus rabietas, sus llantos, sus dificultades (si las tiene) y con su futuro, que será el que él elija. Pero también tenemos que aceptar los profesionales, a los padres con preocupaciones e intentarles ayudar y calmar, pero empatizando porque para unos padres, sus hijos son lo más importante. También reivindico el derecho a la infancia. 

Un saludo para todos y, espero encontrar pronto la respuesta.