viernes, 26 de junio de 2009

EN JUNIO NOS CRECEN LAS CALABAZAS


No las hemos sembrado, pero cada junio las recogemos y sufrimos como si las hubiesemos abonado durante todo el curso.
Son tan grandes que vamos a tenerlas durante todo el verano, pero de nosotros depende cargarlas con "alegría y resignación".
Hace unos años, para mí, era algo difícil de llevar, pero el tiempo me ha enseñado a valorarlas en su justa medida.
Recuerdo a Fernando, en 2º de EP acostándose a media noche, e incluso más tarde, para acabar sus deberes. Un día y otro día, y yo, allí, forzándole a alcanzar lo inalcanzable.
Creo que por aquel entonces, mi desconocimiento y mi lucha, querían que subieramos escalones de tres en tres. Con el tiempo, por mi propia experiencia, por lo que me han enseñado las personas de mi alrededor, a las cuales les estaré siempre agradecida, he aprendido que los escalones hay que subirlos de uno en uno y que cada persona requerirá un tiempo diferente para subirlos.
Sin duda, he aprendido muchas buenas cosas.

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