BESOS
Por las mañanas, me gusta llenarle de besos hasta que, aburrido, retira mi cara, ...., pero sé que le gusta.
Yo, primero, observo sus últimos minutos de sueño y aprovecho los últimos resquicios de su infancia para besarle, lamentando que, tal vez, algún día, ya no los quiera.
Por las mañanas, me gusta llenarle de besos hasta que, aburrido, retira mi cara, ...., pero sé que le gusta.
Yo, primero, observo sus últimos minutos de sueño y aprovecho los últimos resquicios de su infancia para besarle, lamentando que, tal vez, algún día, ya no los quiera.
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